Un chaleco salvavidas es un equipo de protección personal (EPP) que permite mantener a flote a una persona en caso de que se caiga al agua. Se recomienda su uso y, a menudo, es obligatorio en los deportes acuáticos y otras actividades náuticas. Existen dos tipos principales de chalecos salvavidas: los de espuma (de flotación permanente) y los inflables.
Los chalecos salvavidas pueden equiparse con dispositivos y accesorios que ofrecen diversas ventajas al usuario: ayuda adicional a la flotabilidad, protección contra los elementos, mejora de la visibilidad y mayor facilidad de localización y rescate. Los chalecos salvavidas deben cumplir las normativas tanto internacionales como nacionales en materia de seguridad marítima, de acuerdo con el uso para el que se destinan.
En esta guía de compra, no se tratarán los chalecos de ayuda a la flotabilidad. Estos tienen una flotabilidad inferior a 50 Newtons y se utilizan para actividades consideradas menos arriesgadas, practicadas cerca de la costa, como el piragüismo, el kayak, el windsurf, el esquí acuático y la vela ligera. Estos dispositivos solo son capaces de mantener al usuario a flote si éste no ha perdido el conocimiento.